domingo, 18 de enero de 2009

Un día en el colegio

Todo empieza por el madrugón de cada día; el momento en el que mamá llega con ese "buenos días" único que ya te alegra el día, pero que por costumbre, te levantas en la segunda vez que esta te lo repite de otra manera muy diferente. El desayuno tan esperado hasta en los sueños, y la carrera para llegar al colegio vestida. Llegas y, para romper el hielo, examen sorpresa, con el que no te da tiempo a "enfermar". O también, si es jueves, de primeras, a las 9 de la mañana toca correr, calentar y cosas por el estilo; y estaréis conmigo en que eso no apetece. Lo bueno es que ahora el profesor de gimnasia, me da a mí que se quiere echar unas risas, porque nos ha mandado hacer un baile por grupos, que bale, eso es muy divertido, pero que no se pueda elegir el grupo. Sin ir más lejos, los de mi grupo, se han empeñado en bailar uno heavy (ya me contarás como se baila eso). Continuo con nuestro día de colegio. Segunda hora de clase, INSOPORTABLE, se te hace eterno, no te puedes creer que haya más clase. Llega el recreo y tu con una ganas tremendas de salir al patio y correr en libertad. Pues no, fíjate, acaba de nevar y no se puede salir al patio, y tócate un pie, tu clase es la mas pequeña. Tercera clase: estás desesperada. Suena la sirena que indica que se ha acabado la clase para irte a comer (te mueres de hambre) y, es el sonido más agradable que has escuchado jamás. Primero, entramos en un patio estrecho todo primaria, hasta que llega nuestro turno (los últimos). Llegamos muertos de hambre y vemos que hay la misma comida que la semana anterior, que encima da arcadas. Nos escapamos del comedor sin haber probado apenas la comida y llega el mejor momento del día, ¡una hora de patio en libertad! Hasta que se termina, ¡MÁS CLASES! y esta vez son tres horas seguidas de clase. La primera, se aguanta, la segunda es maxi aburrida, y en la hora de refuerza (no todo el mundo se queda, es una hora libre) te dan ganas de tirarte por la ventana. Se termina la clase, y sales con una sonrisa de haber terminado tus ocho horas y media de colegio y tener toda la tarde para ti. Resulta que llegas a casa y te acuerdas que no eres libre, tienes que hacer los deberes y estudiar, cenas y tu madre te recuerda, con todo su amor: "¡A LA DUCHA!
y te desesperas.

sábado, 17 de enero de 2009

Concierto de Tokio Hotel

Hola, para empezar, me voy ha presentar, dado que esta es mi primera entrada en un blog. Bueno, yo sinceramente no estoy acostumbrada a escribir bien en el ordenador, normalmente por el messenger abrevio. Y es posible que haya faltas de ortografía, no es lo mío. Tengo once años y, Tokio Hotel es mi grupo favorito desde los diez. Y en esta primera entrada os hablaré de mi primer concierto de Tokio Hotel (de momento al único, demomento). Este blog es para todo aquel que se interese por Tokio Hotel, o no, da igual; para gente de todas las edades, de todos los colores, de todas las formas, para TODOS. (no solo hablaré de Tokio Hotel)
Mi nombre es María, no se si lo he dicho. Pero todo el mundo me llama Tokio, creo que es obvio. Quiero hacer una advertencia, hablo muchíííííííííísimo. Bueno, no me enrrollo más:
Todo empezó en semana santa del 2008. Me puse mala y tuve que guardar cama durante toda la semana santa, y claro lo único que podía hacer era ver la tele o estar con el ordenador. (vamos, en pocas palabras, lo que desearían todos los niños, pero ese no era mi caso) Hablaba por teléfono y por el messenger con mi mejor amiga Rocío, a la que, como a mí, le encanta Tokio Hotel. (compartimos aficción) Era de lo único que me hablaba, y yo no me enteraba de nada porque ni siquiera sabia que era eso de "Tokio Hotel". Me enseñó su música, sus fotos... todo. Y me encantó. Vamos, hasta me enamoré del cantante. Aunque todos digan que es una chica, NO! es un chico. Hasta hace unos días tenía la habitación empapelada con sus pósters, pero mi madre me los ha hecho quitar. ("gracias mamá) Llegué a un punto de "fanidad" (palabra inventada por mí, creo) que me hice gótica. Solo visto de negro, bueno hasta que se me gasta la poca ropa de dicho color, y mientras se lava voy de "colorines".
Mi madre de regaló de cumpleaños, me regaló lo segundo que más quería, ¡ENTRADAS PARA EL CONCIERTO DE ROCK IN RIO EN MADRID EN EL QUE TOCA TOKIO HOTEL! ese fue el mejor día de mi vida. Solo me arrepiento de una cosa, minutos antes de emprender nuestro viaje hacia rock in rio me dormí en el sofá y no pude ponerme el pelo como Bill, mi futuro marido. el cantante de Tokio Hotel, el que a mí me gusta) y tampoco pude ponerme unos tatoos de Tokio Hotel. De todas maneras ese concierto ha sido lo más hasta ahora en música. Too much, amigos.
Pero la vida es también otras cosas además de TH y de ello iré hablando cada vez que tenga la neurona plácida y dicharachera.